19 Jul 2021
CARTIF apuesta por una producción circular de hidrógeno verde a partir de corrientes residuales en el marco de la red iberoamericana H2TRANSEL
La apuesta por los gases renovables en las nuevas políticas energéticas para reemplazar los combustibles fósiles y disminuir la contaminación atmosférica no es algo exclusivo de la UE. Otras regiones del globo intentan también promocionar, tanto a nivel político, como comercial o de investigación, la producción y uso del hidrógeno verde.
Un ejemplo de ello es la red temática H2TRANSEL recientemente aprobada (2021) en el marco del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED), centrada en investigar sobre la producción y uso del hidrógeno en la región iberoamericana, y que trata de brindar un espacio en donde analizar y discutir las tecnologías actuales y futuras de producción de hidrógeno, con énfasis en procesos que utilicen materias primas renovables y no contaminantes. La red está formada por 43 grupos de investigación de toda la región que buscan analizar y compartir los avances vinculados al almacenamiento, transporte y seguridad y las aplicaciones del hidrogeno como vector de energía, en el transporte automotor, en el sector eléctrico y su complementación con pilas de combustible.
CARTIF, como participante activo de esta red, ha puesto el foco en procesos biológicos que pueden llevar a la producción de biohidrógeno partiendo de corrientes residuales ricas en materia orgánica. Entre ellos destacan, por su novedad, expectativas e interés para la comunidad científica los procesos fermentativos, los procesos fotolíticos (directos e indirectos) y los procesos fotofermentativos.
La producción de hidrógeno por fermentación oscura tiene lugar por bacterias anaerobias que crecen en oscuridad y usan sustratos ricos en carbohidratos. Por otro lado, los microorganismos fotosintéticos pueden actuar fácilmente como centrales eléctricas para producir este tipo de energía. Las cianobacterias, las algas verde-azuladas y algunas bacterias púrpura utilizan energía solar y producen hidrógeno durante sus procesos metabólicos habituales. Esta generación espontánea de hidrógeno es una oportunidad que nos ofrece la naturaleza y que hay que saber controlar y aprovechar.
Lo que está claro es que la exploración de fuentes de energía renovables es una tarea imperativa en nuestros días y, en este panorama, el hidrógeno verde, y más específicamente el biohidrógeno, se considera uno de los combustibles más prometedores para el futuro e implora una mayor investigación para encontrar formas ecológicas hacia una producción sostenible y económicamente viable, requisitos ambos imprescindibles para el éxito e implementación a gran escala de este vector energético.
