16 Dic 2020
Los recursos forestales: infraestructura biológica para la bioeconomía, por Isabel Cañellas
Isabel Cañellas
Profesora de Investigación de OPIs. Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA)
Presidenta de BIOPLAT
Los desafíos asociados con el cambio climático, conjuntamente con el modelo del desarrollo económico y energético actual, han cristalizado en la estrategia Green Deal for Europe 1. En este contexto, el uso, la producción y la utilización de la biomasa son sin duda uno de los temas relevantes, muy relacionados con la necesidad de reorientar la economía lineal hacia una Bioeconomía circular basada en el uso de recursos biológicos sostenibles2. Esto parece constituir la mejor vía para hacer frente a los desafíos derivados del cambio global separado el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente. Por lo tanto, la Estrategia de Investigación de la Comisión Europea, en la Directiva Europea sobre Energías Renovables (2009/28/CE) así como la Estrategia de Innovación para el Crecimiento Sostenible: Una Bioeconomía para Europa3 y su posterior revisión4 establece la Bioeconomía como el marco general y factor clave para el crecimiento verde y sostenible en Europa. En España, en armonía con la estrategia europea, pero también teniendo en cuenta las posibilidades nacionales, se han publicado la Estrategia Española para la Bioeconomía5 y el actual proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética6.
Por lo tanto, el desarrollo económico actual y futuro debe tener en cuenta el potencial de los recursos naturales, incluidas, entre otras, la biomasa. Las opciones de utilizar la biomasa existente en los bosques, los residuos agrícolas o la producción de nueva biomasa a partir de cultivos plantados específicamente para este fin, se consideran clave para el desarrollo de la Bioeconomía3, no sólo por razones económicas sino también con consideraciones ambientales y sociales. En España, la Agenda Estratégica de Investigación e Innovación en relación con la biomasa7 indica que la biomasa es un recurso muy valorado tanto para la producción de bioenergía como para los bioproductos de interés en la industria química (farmacéutica, textil, cosmética, envasado, etc.) y que están vinculados al desarrollo de biorrefinerías contribuyendo así a abordar los desafíos antes mencionados. La producción de biomasa puede gestionarse de manera que proporcione ventajas en comparación con otras tecnologías renovables, tales como su impacto en el empleo rural o la prevención de incendios forestales como consecuencia de la reducción de la carga de combustible de los sistemas forestales2.
Por estas razones, para desarrollar la Bioeconomía tal como se ha definido anteriormente, el potencial de los recursos forestales debe considerarse una enorme infraestructura biológica8. En España, el potencial disponible de la madera procedente de la tala y los residuos industriales es de alrededor de 19 millones de toneladas al año, y de cultivos leñosos plantados en tierras forestales y agrícolas se estima en 21,6 millones de toneladas anuales, según datos de Bioplat7.
La madera procedente de plantaciones forestales es una materia prima renovable de extraordinario valor, no solo por ser una fuente de bioenergía con la que contribuir al pool energético, sino también por ser una fuente para obtener diferentes bioproductos que contribuyen directamente al secuestro de CO2 como por ejemplo la madera de construcción o los tableros de chapa, pero también otros nuevos productos, que sustituyen a los que tradicionalmente se han producido a partir de fuentes derivadas del petróleo como por ejemplo los bioplásticos2. Las plantaciones forestales proporcionan un 66% de la madera que en la actualidad consumimos representando únicamente el 7% de la superficie de bosques a nivel mundial, siendo este porcentaje de un 9% si hablamos únicamente de los bosques europeos2. En cuanto a la cuantificación del efecto sumidero de estos bosques plantados a nivel mundial absorben 1,5 GT de CO2 por año. En nuestro país, las plantaciones ligadas al uso de la madera que representan un efecto sumidero ocupan el 8.5 % de la superficie forestal, siendo principalmente plantaciones de eucalipto, pino, chopo y otras frondosas2. Por otro lado, las plantaciones a turnos cortos y elevadas densidades para producir biomasa con fines energético o para generar bioproductos basados en las plataformas de la lignina o de la celulosa, pueden contribuir de manera relevante al pool de biomasas. Esta fuente de biomasa representa un recurso con una importante capacidad espacio/temporal en aquellas zonas del territorio donde se requiere de este tipo de complementos.
Por tanto, las plantaciones forestales deberían considerarse dentro de un contexto global, teniendo en cuenta todos los valores asociados a la misma. De hecho, las plantaciones tienen un papel importante también en la conservación de suelos, en los ciclos del agua y de los nutrientes o incluso contribuyendo a incrementar la biodiversidad sobre todo cuando se establecen en zonas agrícolas excedentarias o marginales2. Además, su establecimiento puede contribuir a favorecer la transición justa, en la medida en la que posibilita el empleo en el ámbito rural.
1 European Commission. «The European Green Deal.» In Communication from the Commission to the European Parliament, the European Council, the Council, the European Economic and Social Committee and the Committee of the Regions., 24. Brussels: European Commission, 2019.
2 Oliviera N, Perez-Cruzado C, Cañellas I, Rodríguez-Soalleiro R, Sixto H. 2020. Poplar short rotation coppice plantations under Mediterranean conditions: The case of Spain. What has been done and what hasn’t?. Forests (in review)
3 European Commission. «Innovating for Sustainable Growth: A Bioeconomy for Europe.» In Communication from the Commission to the European Parliament, the Council, the European economic and Social Committee and the Committee of the regions, 64. Brussels, 2012.
4 European Commission. «Review of the 2012 European Bioeconomy Strategy.» Brussels: European Commission, 2018.
5 MEIC. «Estrategia Española De Bioeconomía: Horizonte 2030.» 46. Madrid, 2015.
6 MITECO. «Law on Climate Change and Energy Transition.» Madrid: Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, 2020.
7 BIOPLAT. «Agenda Estratégica De Investigación E Innovación. Biomasa Y Bioeconomía.» Ministerio de Ciencia e Innovación. Gobierno de España, 2020.